Gente de internet

Podría buscar cualquier excusa para reproducir este vídeo, sin venir a cuento. Podría decir que gente de internet somos todos, hasta los muertos y los personajes de libros y películas. Podría sacarle punta a uno de los 326.000 resultados que aparecen al teclear en Google José Luis López Vázquez para improvisar una ocurrencia.

Leyendo una entrevista en un periódico me he acordado de esta escena de Atraco a las tres (gran comedia que puede verse en Google Vídeo).

Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo.

Publicado el 30 de marzo de 2009 a las 12:45.

Daniel Güiza está en el candelero, o en el candelabro. Pero en la sección de deportes de El País hoy sale entrevistado porque esta noche la selección española de fútbol se enfrenta a la turca. 

Diego Torres, periodista futbolero que narra como pocos los entresijos del Real Madrid, clava esta entradilla: 

"Últimamente los programas del cotilleo le han puesto en la mira y por los platós de televisión circulan a diario una romería de mujeres que hablan de su vida. A pesar de la fama que le precede, Daniel Güiza (Jerez, 1980) es un señor discreto, respetuoso con los compañeros y un poco atormentado. Sus trajes blancos, sus aros de diamantes, y sus ojitos hinchados, son sólo la imagen superficial y equívoca de un jugador comprometido y querido por sus compañeros de selección. El único del grupo que juega en Turquía y que, por tanto, conoce de primera mano al rival de hoy".

Los periodistas somos unos desgenerados, por fortuna: opinamos a la mínima. 

Publicado el 28 de marzo de 2009 a las 10:15.

¿Cuál es la verdadera opinión de Mariano Rajoy sobre Esperanza Aguirre? ¿Y sobre José María Aznar? ¿Y cómo le gustaría que fuera el PP? ¿Qué le gustaría poder hacer para desparasitar su partido, para quitar las malas hierbas, para descizañarlo? Imagina la escena: en un plató televisivo, en la redacción de un periódico, en un estudio radiofónico, o incluso en un despacho pepero en Génova, un periodista independiente e imparcial (es decir, cualquier periodista, estamos en la edad de oro del periodismo, ¿no?) se sienta frente a don Mariano y, milagro, logra que sea brutalmente sincero.

Imagina que en una entrevista dice la verdad, y sólo la verdad, sin enmascararla, sin edulcorarla, sin rebozarla. Imagina a un político sincero. Antes he puesto brutalmente sincero, aunque ciertas palabras no necesiten más refuerzos. Un político sincero, que dice lo que piensa. Sin más. Me lo puedo imaginar, pero no conozco a ninguno. Por lo menos, en público.

Sigamos imaginando. Estos días ojalá pudiéramos encontrar una entrevista sincera con Rajoy, vale, pero tampoco estaría nada mal que un periodista consiguiera lanzar una buena andanada de preguntas a cualquier otro político, desde José Luis Rodríguez Zapatero hasta Esperanza Aguirre, pasando por Juan José Ibarretxe, José Montilla o Alberto Ruiz-Gallardón, sin olvidar a Francisco Granados, Ignacio González o José Blanco. Si cualquiera de ellos fuera tan osado y suicida como para responder a corazón abierto, ¿nos sorprendería?

En fin, las declaraciones de los políticos quizá sean un inevitable torrente de medias verdades y mentiras poco piadosas. Que no dijeran nada, o que lo contaran todo, sería peor, ¿no?

Esta semana quería enlazar aquí alguna entrevista internetera (es decir, cualquier entrevista, todas acaban pasando por aquí si son públicas) que hubiera servido para que vislumbremos qué está pasando, pero no he encontrado ninguna.

Publicado el 12 de febrero de 2009 a las 08:30.

José Luis Rodríguez Zapatero, también llamado Señor Presidente, ZP, Zapatero, o José Luis Rodríguez (dime cómo te llaman y te diré cómo te quieren), escoltado por Lorenzo Milá, acudió el lunes pasado a Tengo una pregunta para usted. Bien. Sobre la entrevista mediática de la semana se ha dicho y escrito más que suficiente. Para no aburrir, incluyo sólo una cita. En El Descodificador, Javier Pérez de Albéniz (gran bloguero y crítico televisivo, y más cosas, entre otras un excelente reportero y escritor de viajes) dio la vuelta a la tortilla: "Si yo hubiese sido uno de los ciudadanos elegidos mis preguntas no hubiesen sido para el Presidente, que no tenía nada que decir, sino para el presentador: «señor Milá, ¿cuánto nos ha costado esta promoción de Zapatero llamada Tengo una pregunta para usted?» Me gustaría saber el presupuesto del programa. Otra: «¿Se filtran en algún momento, de alguna manera, las preguntas?» Y para terminar «¿Les parece bien interrumpir un programa como éste con un bloque de publicidad?»".

Puestos a hablar de las crisis, ¿alguien ha visto estos días por la tele una entrevista mejor que cualquier diálogo entre Andreu Buenafuente y Leopoldo Abadía? Yo no, aunque desde que sigo Espoiler apenas veo televisión (bueno, ahora mientras escribo esto el padre de la crisis ninja y de doce hijos explica la financiación autonómica en BNF), igual me pierdo algo. ¿Y qué habría pasado si Abadía hubiera sido el protagonista de Tengo una pregunta para usted ? Quizá no habría tenido tanto share, pero nos habríamos reído más, eso siempre sienta bien, y quizá hasta habría inyectado con más eficacia esa necesaria dosis de optimismo que los políticos reclaman con palabras apenas respaldadas por sus actos.

Hablando de políticos y de preguntas, ¿qué le preguntarían cien individuos escogidos al azar a Francisco Granados, Ignacio González y Esperanza Aguirre? ¿Y cien periodistas?

Individuo, por cierto, ya casi parece una palabra malsonante. A los políticos se les llena la boca cuando dicen ciudadanos. Y ciudadanas, claro.

Publicado el 30 de enero de 2009 a las 00:30.

La entrevista de la semana, mejor dicho la entrevista con más audiencia de la semana, quizá sea la que han mantenido Mercedes Milá y el ganador de Gran Hermano. Bien, vean a Iván, vale. Pero esta semana queremos destacar otra, una donde se han invertido los papeles, donde el periodista responde.

No hay entrevista perfecta. Bueno, si nos ponemos metafísicos, en este mundo nuestro sólo es perfecta nuestra imperfección, así que mejor no sigo por ahí. Ni siquiera fue perfecta la de Truman Capote en Música para camaleones, en la que se reconocía alcohólico, drogadicto, homosexual y un genio, aunque está claro que nadie mejor que uno mismo puede hacerse las preguntas más incisivas... En fin, en estos tiempos interneteros y televisivos, en los que abundan las entrevistas perezosas, ha surgido un tipo de entrevista a menudo más informativa y entretenida que las convencionales: la colectiva, aquella que de ciento en viento vemos en programas como Tengo una pregunta para usted y a diario en webs como elmundo.es o elpais.com.

Una variante menos explotada y, en este caso, muy interesante la hemos podido leer hace poco más de un año, con alegría, y esta semana, con pena, en Escolar.net: una entrevista coral donde quienes preguntan no son los lectores de un medio generalista ni unos ciudadanos elegidos para representar a nosecuantos millones de españoles, casi nada, sino los seguidores de un blog. Gente que conoce muy bien a la persona que interroga. Dos días después de anunciar que dejaba la dirección de Público,  Ignacio Escolar propuso a sus comentaristas que formularan preguntas. "Mañana las contestaré lo mejor que sepa", añadió; pero hubo que esperar cuatro días más. Este lunes publicó el resultado, una extensa y completa entrevista donde tocaba muchos palos -para muestra, este listado con algunos de los nombres propios mencionados: Monteira, Reig, Meteosat, Ekaizer, Twitter, Valera, Gaza, Roures, Soraya, la Sexta,... y Público, cómo no, Público- , y donde tranquilizaba a sus fieles: "Desde que salí de la redacción tengo un horrible dolor de cuello -siempre me salen los achaques cuando me baja el nivel de estrés-, pero duermo de maravilla".

Publicado el 23 de enero de 2009 a las 01:45.